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¿Qué es Coworking? Definición y todo lo que debes saber

¿Qué es coworking?

¿Qué es Coworking? Definición y todo lo que debes saber

Hace años, cuando se nombraba la palabra “coworking”, la reacción más habitual era ver caras de estupefacción: “Cowo… ¿qué?”. Sin embargo, con el tiempo y el cambio a una sociedad cada vez más dinámica y digital, este concepto se ha ido haciendo más y más familiar.

Según uno de los fundadores de The Shed Co, Carlos Llerena, un coworking es “un espacio vivo de trabajo”. En él, hay zonas específicas con todo lo que se necesita para realizar la actividad laboral, como salas y despachos, pero también sitios de descanso. De esta manera, el usuario puede beneficiarse de una ayuda personalizada y de una comunidad multidisciplinar de coworkers, tanto independientes como procedentes de pequeñas y medianas empresas, que ofrecen proyectos, ideas de negocios, servicios y agendas de contactos.

Esta forma de trabajar y emprender, en la que prima la flexibilidad, ha vivido una auténtica explosión en los últimos años. Según las proyecciones de Statista, en el mundo habrá unos 41.975 espacios de coworking para finales de 2024. Solo si pones en Google: coworking Madrid o espacios de coworking en Madrid, obtendrás cientos de resultados.

No es de extrañar, viendo cómo los emprendedores y teletrabajadores de pymes y grandes compañías se están decantando por estos lugares tan flexibles. Todos ellos se sienten atraídos por desarrollar sus proyectos, lejos de las oficinas tradicionales y los centros de negocios, en una comunidad donde establecer relaciones con otras personas.

La filosofía de estos espacios también está llegando a algunos gigantes empresariales. No se trasladan a otras oficinas, ya que tienen las suyas propias, pero sí han adoptado conceptos propios del coworking como la transversalidad entre equipos.

» Cuál es el origen del coworking


La verdad es que no está claro dónde y cuándo nació el primer coworking. Unos lo sitúan en Alemania y otros, en Estados Unidos.

Los primeros sostienen que este movimiento comenzó en Berlín en 1995. Allí se fundó uno de los primeros hackerspaces del mundo, espacios físicos donde las personas iban a trabajar y a relacionarse entre sí.

En 1999, aparece en Nueva York el hombre al que consideramos “el padre” de los espacios de coworking: Bernie Dekoven. Él fue el que nos convenció de que se podían realizar labores colaborativas y negocios para emprender, apoyadas por las computadoras y las nuevas tecnologías, en beneficio personal, pero también común.

Sus ideas comenzaron a ganar popularidad y se empezaron a difundir, gracias al apoyo de otros profesionales que buscaban tener lugares así para trabajar.

En 2006, el ingeniero, emprendedor y desarrollador de software Brad Neuberg creó en San Francisco el que se considera el primer coworking del mundo. Se llamó Hat Factory y comenzó su andadura con solo tres freelancers, hasta que llegó a lo que es ahora: el Citizen Space de San Francisco. A partir de ahí, la palabra coworking voló como la espuma.

En el mundo, existen actualmente unos 13.800 espacios de trabajo compartido, según cifras de Statista. España, tal y como reflejan los datos de Coworking Spain, se ha convertido en una de las protagonistas de este boom ya que es el segundo mejor país para trabajar a distancia. Entre los factores a su favor se encuentran: la velocidad de internet, la gran cantidad de espacios de coworking y los visados para autónomos.

El último informe del Estado del Coworking en España refleja que el sector no para de crecer a nivel nacional con 1484 espacios. Las provincias con mayor número de centros de trabajo compartidos son: Barcelona (447), Madrid (349) y Valencia (81). Los 607 espacios restantes se encuentran repartidos por el resto de la geografía española con Málaga (61), Sevilla (53), Alicante (45), Islas Baleares (38) y A Coruña (38) en los lugares más adelantados del ranking.

Las cifras invitan al optimismo ya que, según la consultora Savills Aguirre Newman, se calcula que el coworking en 2030 supondrá un 30 % de la oferta de oficinas a nivel nacional.


» Qué ofrece un coworking


Aparte de procurar espacios acondicionados y salas con una extraordinaria conexión a internet (wifi y cableado estructurado), estos espacios tienen que proporcionar soluciones adaptadas building-as-a-service (oficina con servicios) para profesionales, empresas pymes y compañías de todos los sectores.

Además de estos aspectos, los estudios sobre tendencias del sector hablan de nuevas exigencias como las que señala la multinacional del sector inmobiliario, Inmocolonial:

  • Singularidad de los espacios con especial hincapié en estilos de interiorismo únicos.
  • Importancia de la sostenibilidad y presencia de espacios verdes en la oficina.
  • Integración de espacios de ocio con los de trabajo.
  • Conexión con otros servicios fuera del coworking (gimnasios, transporte público, bibliotecas, restaurantes, etc.).
  • Inclusión de soluciones tecnológicas que faciliten la gestión del espacio. Entre ellas, instalación de sistemas de reconocimiento facial para los usuarios, implantación de asistentes de voz, tanto en zonas operativas como en zonas de descanso; agregación de software de administración para un desempeño laboral más eficiente y puesta en marcha de tecnologías de inteligencia artificial.
  • Creación de comunidades no nicho donde puedan integrarse, de una forma flexible, empresas y profesionales de disciplinas muy diferentes donde surjan las sinergias.

Todo este esfuerzo conjunto está planteado para lograr una de las grandes claves del coworking: facilitar el trabajo a distancia de los usuarios y multiplicar las oportunidades para que puedan colaborar en proyectos conjuntos. Para ello, pueden organizarse actividades que favorezcan el networking, contar con formaciones sobre temas diversos o dar visibilidad a cada cliente y su negocio a través de los canales de comunicación digital del centro.

El objetivo siempre es el mismo: generar una comunidad social, emprendedora y profesional que sea dinámica y se adapte a las necesidades de cada coworker. Las opciones son flexibles y variadas ya que cada uno puede optar al centro según sus circunstancias: desde el presupuesto que tenga, si quiere trabajar más o menos alejado del centro, las actividades que le interesen, el número de personas que tiene a su cargo, si necesita despachos o puestos flexibles, etc.

El concepto de coworking y el perfil de sus usuarios no ha dejado de evolucionar con diferentes opciones para hacer uso de los espacios de trabajo compartidos. La entrada de las empresas y pymes como usuarias ha hecho que la demanda de puestos fijos y despachos privados haya aumentado, según datos de Vía Lab.

Los motivos por los que muchas compañías han decidido mudarse a los espacios de coworking son variados. Por un lado, tal y como explica Vía Lab, resulta una opción más económica ya que así no asumen los gastos de una oficina tradicional. Por otro, ofrecen a sus teletrabajadores un lugar donde puedan trabajar y socializar.

Los puestos flexibles, en cambio, resultan más atractivos para coworkers esporádicos, como los nómadas digitales, o para trabajadores en cuyas empresas se han adoptado tendencias menos tradicionales, como la jornada híbrida o el hot desking, un sistema en el que los empleados utilizan los escritorios que haya disponibles, en diferentes momentos, por orden de llegada.

Las empresas de coworking no dejan de innovar para atender a toda esta gran variedad de inquilinos. En la actualidad, hasta se pueden encontrar espacios de coworking en los aeropuertos. Por ejemplo, en la Terminal C del Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth, el Spaces en el Aeropuerto de Bruselas o el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas que ofrece salas de reuniones.


» Ventajas del coworking


1. Coworking para profesionales

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Para los empleados de una compañía y los freelancers hay algunas ventajas del coworking que marcan la diferencia:

  1. Pueden estar en contacto con profesionales diferentes que no tienen nada que ver con su actividad laboral. Cada persona decide con quien hablar, de qué hablar y qué compartir.
  2. Trabajar en un coworking puede mejorar la imagen del negocio, ya sea una start-up o un freelance. Se puede trabajar con clientes o proveedores en un ambiente profesional de trabajo e incluso recibirlos en las numerosas salas de reuniones y despachos de los que disponen estos espacios colaborativos.
  3. Al contar con tantos servicios diferentes, si algún día la empresa crece, el coworking puede ofrecer diferentes opciones, ya sean más puestos o un despacho acorde a las necesidades de cada persona.
  4. Trabajar en un coworking aumenta la productividad. El ambiente y la actividad reinantes ayudan a ponerse manos a la obra y facilitan la separación entre la vida laboral y familiar.

2. Coworking para empresas

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Una reciente encuesta de Harvard Business Review a 819 encuestados, sobre los efectos del coworking, ha desvelado que la mayoría encuentran más satisfactorio trabajar en un lugar de trabajo compartido. El motivo principal es la flexibilidad, tanto de espacio como de colaboradores, que los empleados encuentran en estos lugares.

Los sitios de coworking permiten a los empleados “diseñar relacionalmente sus trabajos”, explica el estudio de Harvard Business Review. Es decir, establecer relaciones más allá de los trabajadores de las empresas y generar conexiones con otro tipo de profesionales durante la jornada laboral. Este cambio de enfoque se ha asociado con resultados positivos, incluida una mayor satisfacción, rendimiento y retención de los empleados.

Entre las ventajas que reportaron los trabajadores en esta encuesta se encuentran:

  1. Evitar interacciones innecesarias con otros colegas.
  2. Disfrutar de la diversidad de actividades, eventos y profesionales que conforman el ecosistema de un coworking.
  3. Tomarse un respiro de la competitividad que pueda haber en la compañía, al interactuar con profesionales ajenos a ella.
  4. Sentirse parte de una comunidad.
  5. Tener oportunidades de aprender y socializar.

En otras investigaciones sobre este tema, Harvard Business Review ha comprobado que las personas que utilizan los espacios de coworking realizan un trabajo más significativo, con más control y tienen un sentimiento de comunidad sin precedentes.

La cultura es propicia para una colaboración orgánica con otros coworkers. Además, se valora que los espacios sean flexibles, tanto en términos de administración como de ahorro de costes, ya que no se requieren contratos de arrendamiento excesivamente largos.

Por lo tanto, las empresas y pymes de reciente creación pueden acceder a lugares asequibles y flexibles, mientras que las organizaciones más grandes encuentran un mayor fomento de la innovación en sus lugares de trabajo. Es cierto que algunas compañías suelen tener espacios similares en sus oficinas, pero pueden carecer de una cultura que promueva esta flexibilidad de colaboraciones entre diferentes departamentos.


» Cuáles son los mejores ejemplos de coworking


A la hora de escoger el coworking, siempre es importante tener en cuenta la ubicación del espacio. En ciertas ocasiones, es un factor determinante a la hora de decantarse por uno u otro. En The Shed Co somos conscientes de ello y, por eso, ofrecemos una ubicación inmejorable en Madrid en el emblemático barrio de Salamanca de la capital, uno de los más populares de España.

¡Y eso no es todo! Otros factores importantes a la hora de la elección, que en The Shed Co tenemos en cuenta, son el networking, la creación de sinergias y la diversión mientras se trabaja. Por ello, se organizan diferentes eventos en Madrid, a lo largo del mes, como nuestro representativo desayuno, el aperitivo temático o la tapa del día, una cita en la que todos los coworkers se toman una cerveza con su pintxo.

A pesar de ello cada vez más existe una tendencia hacia el coworking rural que te puede permitir, por ejemplo, pasar la temporada de verano en un entorno relajado y agradable.


» Cómo funciona un coworking


Los espacios de coworking ofrecen diferentes opciones de trabajo. Básicamente suelen proponer tres modalidades.


1. Puesto flexible

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Tú, tu portátil y una mesa. Sin ataduras.

Si se necesita un espacio para concentrarse y ser más productivo, lo único que hay que hacer es llevar el portátil y elegir un lugar en el área común del coworking habilitado para ello. El puesto flexible permite acceder a las instalaciones durante una jornada laboral tipo.

Es perfecto para: nómadas digitales, autónomos, trabajadores remotos, estudiantes y curiosos.


2. Puesto fijo

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Tu espacio privado en una sala compartida.

El puesto fijo combina la comodidad de una oficina en la propia casa con la eficiencia y todo lo agradable que ofrece un coworking. Si se necesita una concentración máxima, solo hay que ponerse los auriculares para trabajar sin molestias. Si hace falta un entorno más íntimo, se puede acceder a una sala de reuniones privada. Y si se prefiere tomar un café y charlar, en la cocina es posible reunirse con los compañeros de trabajo.

Es perfecto para: freelancers, inversores, trabajadores remotos, proveedores de servicios de tecnología de la información (TI), empresarios y autónomos audaces.


3. Oficina privada

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Oficina privada adaptada a tus necesidades.

Oficina privada coworking y separado del resto del coworking que nos permite mantener la privacidad, pero sin dejar de ser un miembro activo de la comunidad.

Es perfecto para: startups, compañías con largo recorrido, fondos de inversión, delegaciones de grandes corporaciones, proveedores de servicios de TI.


» Servicios que ofrece un coworking


  • Acceso a zonas de trabajo perfectamente equipadas en horarios flexibles.
  • Alquiler de salas para reuniones con equipamiento audiovisual (pantallas, webcam, proyector, etc.).
  • Zonas comunes (cocina, salas, terraza).
  • Talleres, charlas, eventos, aperitivos, desayunos etc.
  • Domicilio social, fiscal y administrativo.
  • Internet por cable de alta velocidad.
  • Café y té.
  • Wifi.
  • Taquillas y almacenamiento.
  • Servicios de impresión y reprografía.

Respecto a las dudas que puedan surgir sobre ciertos detalles de estos servicios, os recomendamos un excelente artículo que publicó Inarquia donde explicamos detalladamente cómo funciona el día a día en un coworking.


» Quiénes habitan en estos espacios de cotrabajo. Quiénes son los coworkers


El perfil del coworker suele ser el de una persona joven, con estudios superiores, que trabaja en nuevas tecnologías para una empresa. Además, vive cerca del centro de coworking y muestra una gran satisfacción con su espacio de trabajo.

Según datos de la plataforma de empleo, Zippia, la edad media de los usuarios de coworking suele ser de 36 años. En estos espacios, los diferentes grupos de edad se suelen distribuir en diversas profesiones. Los miembros mayores habitualmente trabajan en el campo de la consultoría (lo que tiene sentido, al tratarse de profesionales con experiencia), y los más jóvenes suelen estar en sectores como relaciones públicas, marketing o diseño. Normalmente, hay más hombres (60 %) que mujeres (40 %) y los empleados de empresas suelen ser mayoritarios (58 %) frente a los freelancers (42 %).