19 Jun Cosewing, el coworking de los sastres
El mundo del coworking está en constante evolución; casi cualquier ámbito es susceptible de sucumbir a los encantos del trabajo colaborativo y las nuevas corrientes laborales. Hace unos años, comenzaron a proliferar por el mundo los llamados cafés-costura. Hoy en día, ya son una modalidad de coworking, firmemente asentada, conocida como cosewing.
El movimiento surgió con el boom del DIY (Do It Yourself) en el año 2011. Bebía directamente de los cafés-costura; pequeños establecimientos en los que se reunían los amantes de esta actividad, para tomar el café de la tarde, mientras realizaban sus labores. Un concepto que le vino como anillo al dedo a los nuevos visionarios que estaban recuperando los métodos de producción tradicionales.
Los cosewing nacen para dar cobijo a sastres, modistas, creativos, diseñadores, patronistas… en un espacio común en el que compartir experiencias y conocimientos. Los principios de un cosewing no difieren mucho de los de un coworking normal. Ofrecen horarios amplios y flexibles, innovación, acceso a herramientas y material, creación de comunidades, etc.
Sin embargo, se basan en el concepto de la costura social y necesitan más inversión que un coworking al uso. No solo necesitan espacios amplios; han de invertir en herramientas específicas de alto coste: mesas de corte, máquinas de coser, centros de planchado, maniquíes… Todo lo necesario para que al coworker no le falte de nada y tenga todo a su disposición para desarrollar sus creaciones.
A fin de cuentas, un cosewing está concebido para realizar el diseño, la producción y la venta de colecciones de moda. Por eso, muchos de ellos cuentan con un punto de venta al público donde sus coworkers pueden exponer y vender sus creaciones en el mismo establecimiento.
El movimiento comenzó en Estados Unidos con algunos cosewing, como Sew Stitches, aunque el pistoletazo de salida, en Europa, lo dio Linkle, fundado en Berlín, en 2006. No tardó en extenderse por todo el viejo continente y ahora florecen por muchas ciudades europeas. En España encontramos un gran grupo de estos espacios reservados para los amantes del hilo y la aguja.
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Muchafibra – Barcelona
Es el más veterano de España. Nació en 2008 con el propósito de compartir espacio, herramientas y conocimientos profesionales entre apasionados de la moda y la costura.
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Teté CaféCostura – Madrid
Es uno de los más conocidos. Lo regenta Teresa Barrera y, bajo el eslogan “Social-Couture”, ofrece talleres de costura para adultos y niños, reciclaje de ropa, modelaje, etc.
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Miss Costuras – Madrid
Se trata de una tienda de costura creativa, enfocada a clientes que prefieren hacerse la ropa ellos mismos. Para conseguir más adeptos también realizan talleres de aprendizaje y perfeccionamiento.
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Upcycling – Barcelona
Un taller de reciclaje textil que surgió, en 2015, con el propósito de fomentar el uso responsable y la reutilización de la ropa.
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La Casa Sentida – Sevilla
Es un taller familiar en el que se desarrollan todo tipo de trabajos artesanos, manteniendo siempre una política de respeto con el medio ambiente. Están especializados en diseños en fieltro, seda, punto y ganchillo.
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El Telar de Isa – Valencia
No es un coworking como tal. Se trata de una academia de patronaje, corte y confección, especializada en el sistema Martí, que ofrece su espacio para workshops y charlas abiertas.
En portada: imagen del documental Valentino, el último emperador
Diego Sánchez
Periodista y comunicador audiovisual de formación. Periodista freelance y maquetador editorial como profesión actual. Siempre en busca de la creatividad y con un escudo de optimismo.