29 Ene The Shed «Co-friends»: Auara
Hoy tenemos el honor de publicar, en nuestro blog, una entrevista muy especial. Luis de Sande, director financiero de AUARA, nos cuenta de primera mano este proyecto tan bonito y su visión sobre el mundo de la responsabilidad social corporativa.
AUARA: ALGO TAN SENCILLO Y COTIDIANO COMO EL AGUA PARA, ENTRE TODOS, CAMBIAR EL MUNDO.
¿TE UNES?
Soy Luis, el director financiero de AUARA y he tenido la fortuna de estar en esta empresa desde su creación. Creo que soy una persona privilegiada; en mis más de 28 años de experiencia laboral he tenido bastante suerte (no sin mucho esfuerzo), he disfrutado de trabajos que me han permitido apasionarme mucho y me he rodeado de gente increíble en todos los aspectos. Todo esto me ha hecho ser una persona optimista, social y luchadora.
Creo que AUARA es la mejor empresa y reto en la que me he involucrado. Su estilo, objetivos y visión empresarial representan una nueva forma de trabajar. Esta compañía quiere actuar y desarrollarse siendo consciente de la realidad en la que se encuentra la sociedad, implicándose 100% en su misión y buscando la unión de TODOS para fomentar la recuperación de valores dormidos.
AUARA ha multiplicado mi capacidad de apasionamiento por lo que hago y cómo lo hago. Buscamos el impacto positivo en todo lo que realizamos. Somos una gran familia: exigente, profesional, unida y generosa, en la que siempre aparecen frases que me encantan como: “¿Te puedo ayudar en algo?” o “¿qué podemos hacer en AUARA por vosotros?”. Pero sobre todo disfrutamos mucho haciendo crecer AUARA, para ayudar a los que nos necesitan, aportando nuestra parte para solucionar la injusticia de la falta de acceso a agua potable y por tanto, el derecho a la vida.
¿Cuál fue el origen de Auara y su misión?
AUARA surgió en mi vida hace ya cuatro años. Llegó en un buen momento profesional, ofreciendo retos y acompañada de personas auténticas. Pablo y Antonio aparecieron en mi vida con esa fuerza milenial que refresca y abduce, ofreciendo una visión empresarial totalmente diferente para crear una empresa social.
Antonio y Pablo habían experimentado y vivido un problema acuciante: lo que significa para 700 millones de personas no disponer de agua potable. Por eso decidieron que, una vez terminadas sus carreras, enfocarían su vida profesional a aportar una solución a esta necesidad. Esta es la primera gran diferencia de AUARA como empresa: nace por un fin social, la elección del negocio económico-empresarial vendría luego.
No queríamos crear una ONG. La experiencia de la crisis económica había demostrado que estas dependían en exceso de terceros mediante las subvenciones y eran poco autosuficientes. Por eso, preferíamos crear una empresa profesional y competitiva, que generara recursos económicos recurrentes y sostenibles, y que el 100% de los dividendos (beneficios que no necesita la empresa para sus operaciones) se destinaran a su misión principal, su fin social.
Tras un año trabajando en mi despacho, analizando el mercado del agua mineral embotellada, surgió AUARA con fuerza, mostrando su potencial como propuesta diferencial en un mercado tan maduro. Este factor nos ha permitido lanzar un producto competitivo, de gran calidad y lleno de valores, que busca implicar a los consumidores, con sus actos sencillos y cotidianos, para cambiar el mundo ayudando a los que lo necesitan.
Adicionalmente, por nuestra conciencia medioambiental, no estábamos dispuestos a crear un producto-empresa que actuara en línea con las practicas existentes en el mercado, generando más residuos en nuestro planeta. Por ello, seguimos trabajando y analizando las opciones de materiales y diseños que hicieran de nuestro producto un generador inverso de desechos. Tras el análisis e investigación de los materiales disponibles; vidrio, tetrabrik y PET, concluimos que el material que menor impacto medioambiental producía y además, promovía la economía circular era el PET 100% reciclado. Sólo lo utilizamos ya usado y, mediante el proceso Supercicle, se le vuelve a dar vida. Así retiramos plástico del mercado y lo reutilizamos para que vuelva de nuevo al proceso de reciclaje. No contentos aún, diseñamos nuestra botella de 0,5 l con base cuadrada, lo que permite optimizar el espacio en el transporte, permitiendo reducir las emisiones de CO2.
Ya teníamos el plan de viabilidad de la empresa terminado. Nos pusimos a buscar financiación entre inversores responsables que, además de rentabilidad, buscaran impacto social y lanzamos AUARA en marzo de 2015. ¡Y aquí estamos! Dando guerra y creciendo con pasión y fuerza en 2018.
Cada vez más, las empresas apuestan por comprometerse con la sociedad y el medio ambiente a través de prácticas responsables. ¿A qué creéis que se debe esta proliferación y necesidad de llevar a cabo prácticas responsables en el mundo de la empresa?
Esta pregunta siempre me sorprende porque se plantea aislando y separándolo todo: la sociedad, que está compuesta por personas; las empresas, que están gestionadas e inventadas por personas y el medio ambiente, donde las personas vivimos. Creo que todo es lo mismo: personas.
Los individuos, la sociedad y las empresas, tenemos una curiosa forma de evolucionar; avanzando, pero oscilando como un péndulo. Esta fase, en la que nos encontramos actualmente, ya la hemos vivido. Las personas-empresas se despistan, se aíslan, volviéndose egoístas y centrándose solo en crecer bajo la óptica material e individual. Esta situación lleva a excesos y desigualdad, generando infelicidad y mucha contaminación. Este descontento y suciedad que nos rodea, se vuelve insoportable e insostenible y hace que las personas despierten y reaccionen, provocando que se vuelvan a unir para mover el péndulo en sentido contrario. De esta forma, actuamos como clientes, empresarios y habitantes, con la capacidad de cambiar lo anteriormente creado y volviendo a una senda más sostenible, amable y generosa con todo lo que nos rodea y con nosotros mismos.
¿Se está incrementando el número de empresas, interesadas en comprometerse socialmente y/o con el medio ambiente, en el actual contexto de crisis económica?
Todo está muy unido y relacionado; la crisis económica nos sacudió el cerebro y nos replanteó muchas cosas, principalmente valores y necesidades reales. Todo esto, junto con la necesidad de emprender para sobrevivir y la facilidad que otorgan las actuales tecnologías para desarrollar ideas-empresas con visibilidad global, ha permitido que muchas personas con nuevas ideas y valores sociales invadan rápidamente el mercado. Dichas personas están generando nuevas propuestas más sostenibles, “contaminando” a las empresas ya existentes y provocando el cambio en ellas. En AUARA hacemos esto; hemos emergido para comunicar, provocar cambios, generar un consumo de calidad más responsable y una mayor interconexión entre las personas de todo el mundo. Queremos fomentar la generosidad y la unión de todos como motor de cambio y felicidad, para mover el péndulo del desarrollo hacia el otro lado.
¿Piensas que las Administraciones Públicas deberían priorizar las empresas responsables en el momento de buscar proveedores?
No creo que priorizar sea la palabra, yo diría mejorar. Creo que deben evolucionar y perfeccionar sus procesos de valoración y selección, incorporando parámetros de medición de impacto social y medioambiental, pero sin olvidar la importancia de los parámetros de selección habituales de calidad, competitividad, etc.
Las nuevas medidas de valoración de impacto deberían abarcar todos los ámbitos internos y externos de las compañías. Por ejemplo, que su plantilla incorpore, en la medida de lo posible y deseable, una ayuda a los colectivos desfavorecidos, una adecuada remuneración, flexibilidad y formación para sus trabajadores, equipos diversos y bien representados….
Esto ya se está produciendo. Ya nos estamos encontrando con procesos de licitación, en empresas públicas y privadas, que incorporan la medición de impacto social y medio ambiental en sus puntuaciones. Pero todavía queda pendiente tomárselo realmente en serio, dando una formación adecuada a los equipos de selección y valoración de los procesos, para que este impacto sea coherente, exigente, crítico y útil, que no se quede en un mero maquillaje.
Según las estadísticas, muchos consumidores no se creen los mensajes de publicidad social. Como especialistas en el sector, ¿por qué cree que es así? ¿Cuál sería la solución para lograr cambiar esta realidad?
Es cierto, aún estamos en esa fase, mal entendida, en la que muchas grandes empresas no acaban de incorporar estos valores en su ADN. Actúan como si fuera una moda y utilizan herramientas de marketing para incluirlos de forma parcial en sus productos y políticas de RSC, pero sin implicar a toda la organización y sin que sea realmente un compromiso de cambio.
Todo esto genera una gran cantidad de información confusa que, lógicamente, hace desconfiar al cliente. En AUARA creemos en la transparencia y la implicación al 100% y nos preocupa mucho este tema. Por eso, ponemos todos nuestros esfuerzos y recursos en facilitar las herramientas adecuadas y que todos puedan comprobar el verdadero compromiso social y medioambiental que existe en nuestra empresa, equipo y todo lo que nos rodea (ONG, proveedores, financiadores, etc.).
¿Crees que el mundo del coworking y estos nuevos modelos productivos están más sensibilizados con productos como el vuestro? ¿Colaboráis con otros espacios de coworking?
Nos encantan los centros de coworking. Son centros de desarrollo personal y profesional increíbles. En ellos volvemos a ser sociedad y a relacionarnos. Recuperamos valores, un poco olvidados, como la generosidad, la confianza en el otro y la unión y, por lo tanto, crecemos de verdad, como personas y empresas.
AUARA es una empresa hecha por coworkers. Tenemos ese espíritu y valores. Por eso, creo que nuestro producto, altamente comunicativo y colaborador, se mueve como pez en el agua en el entorno coworking.
Como he mencionado antes, somos una empresa que vive, además de para vender nuestra agua, para colaborar y comunicar. Esta es la razón por la que siempre nos ofrecemos para realizar actividades juntos, que transmitan, generen y promuevan cambios y energía positiva.
Los coworking son incubadoras del cambio. Forman ambientes que fomentan todo lo que actualmente se necesita para generar la vuelta a los valores de sostenibilidad y donde se aprende que, entre todos, con generosidad, se CRECE de verdad, como empresas y como personas.